sábado, 23 de noviembre de 2013

Pintura Italiana

Pintura Italiana

La colección de pintura italiana consta de más de mil obras y es sin duda uno de los grandes atractivos del Museo, aun cuando adolezca de ciertas lagunas, sobre todo en lo referido a obras anteriores al siglo XVI. A pesar de que ya en tiempos de Juan II de Castilla la literatura italiana tuvo gran influencia en España, las novedades en el campo de las artes plásticas llegaron con retraso, siendo su presencia hasta el siglo XVI muy escasa. Ello fue debido en gran parte a la predilección tanto del propio rey como de su hija,Isabel la Católica, por la pintura flamenca, y es la causa de que la colección de primitivos italianos del Museo sea muy reducida. Son muy escasas, de este modo, las obras correspondientes al Trecento, y las existentes corresponden a autores considerados menores, como Francesco Traini, con una magnífica Virgen con el Niño, obra excepcional por su origen, puesto que procede de la Colección Real, en la que era el único ejemplo de pintura italiana anterior a 1450; Giovanni da Ponte o dos tablas atribuidas inicialmente a Taddeo Gaddipero que actualmente se consideran de la mano del llamado Maestro de la Madonna della Misericordia, seguidor suyo. La pintura delQuattrocento, en cambio, si bien ofrece un panorama limitado, se precia de poseer auténticas obras maestras de tan importante capítulo de la Historia de la pintura, como el notable Retablo de la Anunciación de Fra Angelico, el Tránsito de la Virgen de Mantegna, tres de las cuatro tablas de La historia de Nastagio degli Onesti de Botticelli o el excelente Cristo muerto, sostenido por un ángel de Antonello da Messina. También hay que citar la pintura La Virgen y el Niño entre dos santas, obra de Giovanni Bellini aunque con amplia participación de taller.
La pintura del Cinquecento inicia el gran periodo de la pintura italiana en el Prado con algunas obras capitales de Rafael (como La Virgen del PezRetrato de cardenalLa Perla y El Pasmo de Sicilia). La nutrida colección de obras de este artista (ocho pinturas, entre las autógrafas y las realizadas en mayor o menor parte por sus discípulos) da cuenta del prestigio del que disfrutaba en España, donde sus obras eran enormemente apreciadas y demandadas. 
El museo carece de ejemplos autógrafos de Leonardo da Vinci, pero cuenta con dos pinturas de su seguidor Bernardino Luini, así como una extraordinaria copia de la Gioconda. Otros nombres señalados de la plástica renacentista presentes son Sebastiano del Piombo, Correggio, Andrea del Sarto y Federico Barocci, autores en el tránsito al Manierismo, muy bien representado también por obras de Parmigianino, Bronzino o Francesco Salviati.

 

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